Detrás de la niebla del camino hay una vieja abadía que es la casa de una familia. Detrás de esa niebla, también hay una joven que, oculta, busca quien pueda verla.

Sophia Somerton se deja ver muy rara vez, oculta como un corazón en el pecho. Vive en un pequeño poblado en una vieja abadía que su familia ha transformado en un hogar y solo asiste a los compromisos sociales cuando se le hace imposible escapar. Se sabe poco convencional: le gusta leer, la naturaleza, la silenciosa contemplación. Sabe, también, que no quiere ser mirada con lascivia, sino que alguien la vea como ella misma se ve: desea a alguien que sea su espejo.

A pesar de las burlas de las otras jóvenes, a pesar de las pocas ganas de Sophia de ir a fiestas, de a poco, casi sin proponérselo, empieza a verse reflejada en un hombre, casi como en un espejo, cuando dos amigos llegan inesperadamente al pueblo. Entre la desconfianza de siempre y la esperanza, algo comienza a encender el corazón de Sophia como un tibio amanecer.

Elizabeth Bowman ha escrito una sutil historia de amor, con tragos amargos y dulces, en la que los personajes logran salir de la sombra y mostrarse.