La familia y la escuela retiraron al niño de la sociedad de los adultos. La escuela encerró a una infancia antiguamente libre en un régimen disciplinario cada vez más estricto. La demanda de la familia, de la Iglesia, de los moralistas y de los administradores privó al niño de la libertad que gozaba entre los adultos. Esta demanda les infligió el látigo, el encierro y los castigos reservados a los presos de menor condena, –en los siglos XVIII y XIX condujo a la reclusión total del internado. Sin embargo, este rigor reflejaba otro sentimiento distinto de la antigua indiferencia hacia la infancia: un amor obsesivo que dominó a la sociedad a partir del siglo XVIII. No es difícil comprender que esta invasión de la infancia en las sensibilidades haya provocado fenómenos, en la actualidad muy conocidos, tales como el maltusianismo y la regulación de nacimientos, los cuales aparecieron cuando la familia acababa de reorganizarse en torno al niño y levantaba entre ella y la sociedad el muro de la vida privada.

Philippe Ariès

La lección de este libro es inmensa para nosotros, los occidentales escolarizados, familiarizados, edipizados... Como todos los libros de historia que profundizan tan bien en lo que constituye nuestra arqueología, nos dota de un saber comparativo determinante, nos permite pensar realmente que no todo ha sido siempre igual.

Raymond Bellour, Le Magazine littéraire

El niño y la vida familiar en el Antiguo Régimen

$29.500
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La familia y la escuela retiraron al niño de la sociedad de los adultos. La escuela encerró a una infancia antiguamente libre en un régimen disciplinario cada vez más estricto. La demanda de la familia, de la Iglesia, de los moralistas y de los administradores privó al niño de la libertad que gozaba entre los adultos. Esta demanda les infligió el látigo, el encierro y los castigos reservados a los presos de menor condena, –en los siglos XVIII y XIX condujo a la reclusión total del internado. Sin embargo, este rigor reflejaba otro sentimiento distinto de la antigua indiferencia hacia la infancia: un amor obsesivo que dominó a la sociedad a partir del siglo XVIII. No es difícil comprender que esta invasión de la infancia en las sensibilidades haya provocado fenómenos, en la actualidad muy conocidos, tales como el maltusianismo y la regulación de nacimientos, los cuales aparecieron cuando la familia acababa de reorganizarse en torno al niño y levantaba entre ella y la sociedad el muro de la vida privada.

Philippe Ariès

La lección de este libro es inmensa para nosotros, los occidentales escolarizados, familiarizados, edipizados... Como todos los libros de historia que profundizan tan bien en lo que constituye nuestra arqueología, nos dota de un saber comparativo determinante, nos permite pensar realmente que no todo ha sido siempre igual.

Raymond Bellour, Le Magazine littéraire