A veces son las mentiras
las que llevan
a la verdad

Una muerte dudosa ocurrida hace años.
Una convocatoria anónima promete una recompensa para quien resuelva qué sucedió.  Pero los convocados son también posibles asesinos.
Ahora están encerrados en una casa semiabandonada, en un páramo, con electricidad intermitente y casi sin acceso a internet.
Todos desconfían del otro.
Y lo único cierto es que nadie dice la verdad.

La convocatoria llega de manera anónima y promete una recompensa cuantiosa para quien resuelva el misterio de la muerte de Nathaniel Hastings, un hombre al que nadie ha extrañado.

Sin embargo, alguien quiere aclarar esa muerte, alguien convoca a seis personas para que diluciden qué sucedió la última noche de Hastings. Todos lo conocían: un médico ruso de pasado intrigante, un cazafortunas, dos hermanos huérfanos con una confusa relación, una antigua ama de llaves, una escritora de novelas de misterio y una anciana que simula una falsa candidez. Todos allí recelan del otro. Todos tienen motivos para haberle hecho daño a Hastings. Alejados, en medio de una naturaleza hostil, privados de los beneficios de la tecnología, comienza un juego inquietante: amenazas, ataques por las noches, identidades falsas. Un juego en el que la verdad parece alejarse mientras todos mienten.