Natalio se pasa el día entero pensando en planetas, estrellas lejanas, galaxias imposibles y viajes espaciales. Le gusta tanto el espacio exterior que sus padres le dicen que vive en la luna. El día de su cumpleaños recibe un regalo ideal: ¡un telescopio enorme! Al principio, para qué negarlo, se siente un poco defraudado, porque el aparato es de juguete y no funciona como él creía. Hasta que un día descubre lo equivocado que estaba: el telescopio sí funciona, e incluso lo hace mucho mejor de lo que él esperaba. El telescopio de Natalio es verdaderamente muy especial. Con él se puede ver el universo. Pero todo, eh. Si no lo creen, abran el libro y averigüen las cosas y los líos que pueden hacerse con él. Claro que para que esto ocurra primero tienen que hacer como Natalio y creer que los sueños pueden volverse realidad con solo desearlo mucho. O también en una terrible pesadilla depende, como siempre en esta vida, de qué decida hacer uno con sus sueños

UN GRAN LÍO

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Natalio se pasa el día entero pensando en planetas, estrellas lejanas, galaxias imposibles y viajes espaciales. Le gusta tanto el espacio exterior que sus padres le dicen que vive en la luna. El día de su cumpleaños recibe un regalo ideal: ¡un telescopio enorme! Al principio, para qué negarlo, se siente un poco defraudado, porque el aparato es de juguete y no funciona como él creía. Hasta que un día descubre lo equivocado que estaba: el telescopio sí funciona, e incluso lo hace mucho mejor de lo que él esperaba. El telescopio de Natalio es verdaderamente muy especial. Con él se puede ver el universo. Pero todo, eh. Si no lo creen, abran el libro y averigüen las cosas y los líos que pueden hacerse con él. Claro que para que esto ocurra primero tienen que hacer como Natalio y creer que los sueños pueden volverse realidad con solo desearlo mucho. O también en una terrible pesadilla depende, como siempre en esta vida, de qué decida hacer uno con sus sueños